Recomiendo para familias con niños

La cama era cómodamente grande y el aire acondicionado funcionaba a la perfección, eso fue clave para nosotros. Además, el desayuno y los snacks disponibles todo el día hicieron que las mañanas fueran mucho más sencillas.

No fue barato, pero aún así aceptable.

Ubicación excepcional. A pasos de Times Square, ideal para explorar Nueva York. Personal amable y siempre dispuesto a ayudar, haciendo la estancia muy agradable. Las habitaciones son acogedoras, pero un poco pequeñas. Desayuno limitado, pero suficiente para empezar el día.

Ambiente acogedor con un encantador pianista nocturno.

Durante mi estancia, encontré que la limpieza de la habitación no era tan meticulosa como esperaba, con algunos detalles olvidados. Además, el desayuno, aunque variado, se servía en un área pequeña que se saturaba rápidamente. Las bebidas en el centro de refrescos eran limitadas y no había opciones suficientes después de ciertas horas.

Disfruté de una cena de tres platos con vino en un restaurante cercano, que realmente destacó entre mis experiencias. Me sentí como en casa gracias al trato del personal, quienes estaban siempre dispuestos a ayudar. Los vinos y quesos de la tarde fueron un buen toque después de un día explorando la ciudad. La limpieza del lugar fue notable y cada noche había una buena música para relajarme.

Opciones de desayuno limitadas|Área de desayuno pequeña

Las instalaciones del hotel son realmente elegantes, con habitaciones impecablemente decoradas y un ambiente acogedor. El servicio del personal es excepcional, siempre atentos y dispuestos a ayudar en todo. Sin embargo, algunas áreas pueden recibir más atención, como el desayuno que se saturaba y la selección limitada de bebidas en las horas nocturnas. A pesar de algunos inconvenientes, el trato amable del equipo compensa de sobra cualquier detalle negativo.

Prueba el agua fresca con frutas disponible todo el día. es una opción refrescante perfecta después de un día explorando la ciudad.

El ambiente del hotel es tan acogedor que me sentí más en casa que en mi propio sofá. Además, la cena de tres platos en el restaurante cercano fue como un viaje culinario. el risotto era tan cremoso que podría haber sido un abrazo en un plato. Los vinos y quesos de la recepción por la tarde hicieron que cada bocado fuera un pequeño festín.

Área de desayuno pequeña

La atención al detalle es impresionante, con un cantautor en las recepciones que hace las noches más agradables. Las habitaciones son bastante pequeñas, lo que puede ser incómodo después de un largo día de exploración.

Experiencia inolvidable en el corazón de la ciudad

Tuve una estancia maravillosa. La variedad de snacks disponibles todo el día fue sorprendente y muy conveniente. Disfruté de charlas amenas con el personal, quienes compartieron anécdotas sobre la historia del hotel. La cercanía a Times Square lo hace ideal. No olviden probar el vino y queso por la tarde.